Hace ya algunos meses hablamos en nuestro blog sobre las flores preservadas». Entonces ya comentábamos que, gracias al proceso de preservación, las flores resultantes son de gran calidad, perfectas para realizar composiciones duraderas y originales que, además, no requieren de muchos cuidados.

Muchas novias han optado por ramos de flores preservadas: un maravilloso recuerdo que, con unos cuidados básicos, pueden durar varios años.

Y ¿cuáles son esos cuidados básicos?

Recuerda que son flores de interior, que no necesitan ni agua, ni abono ni luz solar. Lo principal para mantener su belleza es evitar su exposición a fuentes de luz directa y retirarlas el polvo de vez en cuando. Lo vemos en detalle:

• Evitar la luz del sol directa: protege tus flores preservadas de la exposición solar prolongada y continuada. La luz solar puede acelerar el proceso de secado del líquido con base de glicerina que conserva las flores. Además, las fuentes de luz directa las decoloran.
• Evitar la humedad: busca un lugar lo más seco posible, la humedad hace que se pudran las flores.
• Tampoco es recomendable colocarlas en lugares con corrientes de aire ni cerca de fuentes de calor como la calefacción y focos de luz artificial.
• Eliminar el polvo del vez en cuando ya que puede alterar la estructura de pétalos y hojas. Para ello, utiliza un plumero o un pañuelo de papel. Y siempre con cuidado para no dañarlas.
• Son flores frágiles y no tienen elasticidad. Por tanto, no aplastar, doblar o presionar los pétalos, hojas o tallos pueden provocar su rotura.
• No necesitan agua. De hecho, como hemos comentado antes, la humedad y el agua hacen que se pudran.

Con estos sencillos cuidados tu ramo de novia (o cualquier otra composición con flores preservadas) podrá mantenerse, en todo su esplendor, como el día de la boda. 

Fotógrafos de boda en Madrid. Ramos de novia de flores preservadas, cuidados básicos