Sin duda, no hay símbolo que refleje mejor el compromiso que los anillos de boda. De hecho, son el motivo principal (y secundario) de muchas de las fotografías de tu boda. Pero ¿sabes cuál es su historia?. ¿Y su significado a lo largo del tiempo?
Algunas corrientes sitúan el origen de la alianza en la época de los bárbaros que, con un significado de propiedad, colocaban cadenas y grilletes a las mujeres capturadas para hacerlas esclavas...
Pero, según la mayor parte de los estudios, el origen del anillo de boda está en la civilización egipcia, hace más de 5.000 años. Con la importancia mágica y religiosa que le otorgaban a los amuletos, el círculo, como figura perfecta, sin principio ni fin, el ‘infinito’, simbolizaba la unión y el amor que nunca termina. Con el anillo, el hombre entregaba a la mujer la custodia del hogar y las posesiones.
Los primeros ‘anillos’ egipcios eran de paja, cáñamo, cuero, hueso o marfil. Y no se ceñían sólo a un dedo de la mano: también envolvían los pies y otras partes del cuerpo de la novia como señal de unión. Sin embargo, el rápido desarrollo de la cultura egipcia, pronto sustituyó los anillos elaborados con materiales naturales por piezas talladas en metales nobles, con incrustaciones de piedras preciosas y esmaltadas con amalgamas de vidrio.
Se supone que esta práctica fue asumida por los griegos durante el Egipto ptolemaico (año 332 a.C.) y, más tarde, por los romanos tras la derrota de Cleopatra y Marco Antonio en el año 30 a.C.
Sin embargo, el simbolismo que los romanos otorgaron a la alianza marital parece que tenía una utilidad más mundana y ligada a la autoridad. Seguía manteniendo el significado de entrega de la custodia del hogar, pero también era el ‘sello’ que aseguraba pertenencias, despensas, comunicaciones y transacciones comerciales. Es también en la época del imperio romano cuando se habla por primera vez de la vena amoris (vena del amor). Aunque el origen de esta denominación no está claro, de acuerdo a las creencias de entonces, esta vena se extendería desde el cuarto dedo de la mano izquierda (dedo anular) directamente al corazón, razón por la cual se extendió la costumbre de colocar la alianza en ese dedo.
Viajamos hasta el año 860 d.C., año en que los cristianos adoptan este ritual como parte de la ceremonia del matrimonio. Los primarios diseños profusamente decorados con liras, palomas o manos entrelazadas dieron paso, en el siglo XIII y por orden eclesiástica, a líneas más simples para despojarlos de cualquier traza de vanidad y derroche.
En el Renacimiento se empiezan a encontrar alianzas con descripciones: las primeras, en el exterior de los anillos y, después ya sólo en el interior para que el mensaje, con un carácter más privado, estuviera oculto para los demás. A partir del siglo XVIII, el diseño de las alianzas de boda fue variando en diseños, materiales y acabados.
Pero tenemos que esperar hasta la Segunda Guerra Mundial para ver que esta costumbre se extiende también a los varones. Según algunas corrientes, los soldados que iban al frente llevaban el ‘anillo’ como recordatorio de la familia que habían dejado en casa....
Hoy en día las alianzas se ajustan a la personalidad de los novios: nuevos perfiles, materiales, acabados, grabados... Todo lo necesario para sentirlas únicas.
Seguro que, después de leer estos pequeños apuntes, tus alianzas tendrán más significados. En Fotovillaba, como fotógrafos de boda, sabemos el simbolismo e importancia que encierran y que, por tanto, deben ser protagonistas en algunas de tus fotografías. ¿Seguimos haciendo Historia?. Contacta con nosotros!!!