No cabe duda alguna de que los avances en tecnología y en el tratamiento digital de imágenes también han incidido en el mundo de los reportajes de boda.
Hasta hace no mucho, el álbum de fotos nupcial se limitaba a intentar captar los momentos más importantes de la ceremonia y celebración de la boda. Si se contaba con un presupuesto limitado (como eran la mayoría de los casos) quedaba poco margen para la innovación y la expresión artística.
El mundo digital ha cambiado las reglas del juego. Si bien la fotografía de bodas no deja de ser un entorno que no es fácil de controlar por la rapidez en la que todo acontece, tanto las características técnicas de las cámaras como las posibilidades de tratamiento de imágenes posterior han abierto un nuevo universo de diversidad, expresión y creatividad.
Del posado a la captura de un segundo
El pasar, de media por evento, de 300-400 fotos analógicas a 1.000-1.500 tomas digitales (y a menor coste) ha propiciado una evolución desde el posado tradicional –donde todo está colocado, medido y casi congelado- hasta el estilo más puramente periodístico dónde el objetivo es capturar, a ráfagas, el mejor segundo, la mejor instantánea.
Estilos más habituales para las fotografías de boda
Sin embargo, entre la planificación absoluta del posado y la máxima espontaneidad, hay mucho margen para variaciones. Por ello, es habitual que los actuales reportajes fotográficos de bodas se compongan a partir de una mezcla más o menos equilibrada (según los gustos de cada uno) de los estilos (y sus variaciones) que os comentamos a continuación.
Fotografías de boda tradicionales
Se trata de un reportaje basado en el posado estático: los novios antes, los novios después, los novios con los padres, con los amigos, cortando la tarta, iniciando el baile…
En este tipo de reportaje, el fotógrafo tiene una participación activa dentro de la organización del evento para poder obtener todas las tomas significativas de la celebración.
Fotografías de boda documentales
Al más puro estilo periodístico, el fotógrafo es un espectador más del evento. Hay un enfoque cronológico que no se limita al evento sino que arranca con la preparación previa. Las capturas son rápidas y espontáneas lo que genera unas fotografías con mucha naturalidad. Son las más difíciles de lograr pero también las más emotivas y las que reflejan con mayor fidelidad la historia completa del día de la boda.
Fotografías de boda artísticas
Son una evolución desde el posado estático al posado en movimiento (como en las fotos de revistas de moda) donde las tomas son estudiadas y diseñadas para conseguir un efecto creativo y sugerente. Si bien los novios no dejan de ser los protagonistas, el encuadre, la luz, la perspectiva y el enfoque toman una relevancia muy significativa. También en este caso las capturas son rápidas y permiten una posproducción mediante técnicas de retoque digital.
Pero la evolución sigue…
… y otras tendencias irrumpen en los reportajes fotográficos de boda : posados en photocall, tomas desde drones, selfies, instantáneas tomadas desde los móviles de los invitados…
Aportaciones que añaden nuevas perspectivas, detalles diferentes que enriquecen la historia de la boda.