Aunque muchas teorías sitúan el origen de la tradición de las damas de honor en la Europa católica medieval en la que niñas (de alrededor de 12 años y con vínculo consanguíneo directo) acompañaban a la novia hasta el altar, otras corrientes le asignan un origen un tanto más supersticioso.
Y no sería descabellado pensar que fuera cierto, especialmente teniendo en cuenta que muchas de las tradiciones, fiestas y rituales católicos tienen, en mayor o menor medida, origen ‘pagano’.
Esa versión ‘supersticiosa’ del rol de las damas de honor, en fechas incluso anteriores a la Edad Media, le asignan el papel de señuelo: las damas de honor se vestían de forma muy similar a la novia para ‘despistar’ a los posibles malos espíritus que pretendieran atacar a la protagonista de la ceremonia.
Ya en la edad moderna, durante los siglos XIX y XX, su papel se fue transformando dando paso a damas de honor adultas que ayudaban a la novia y se encargaban de coordinar y velar por el buen desarrollo del evento.
Actualmente, el papel de la dama de honor se acomoda a los gustos y personalidad de la novia. Si bien es cierto que hay cierto protocolo al respecto (quizá hablemos de ello en un futuro artículo), lo normal es que, para esa labor, la novia cuente con el círculo más próximo de amigas.
Sea cual sea el papel que tú elijas para tus damas de honor, en Fotovillalba estaremos encantados de acompañarte en ese día para intentar conseguir las mejores fotografías de tu boda.